No me atrevo a contar la historia con mis palabras por miedo a dejarme algún dato importante de esta increíble biografia, asi que he utilizado como fuente el official site de la banda. Se han contado muchas falacias sobre nuestros ídolos, hermanos del Metal, pero por suerte ellos, nuestros héroes, tuvieron la gran idea (propia de auténticos dioses) de encomendar la ardua tarea de dejar constancia de sus hazañas a un escriba del reino de Asgard, que como todos sabéis es el palacio real de los dioses en la Valhalla, lugar de residencia habitual de los miembros de GIGATRON. Y esa es mi tarea; yo, Agnarok, hijo de Ventor y primo de Ragtarojk, nacido en el ancestral reino de los elfos metálicos del lado septentrional del Túria, juré con sangre rendir culto a los dioses del rock hispano con más cojones que Espartero. Y eso es lo que me dispongo a hacer. Para facilitar la tarea de la lectura a los pobres mortales utilizaré la lengua hispana, en vez de la mezcla de elfo y apichat que usamos en el reino de los muertos. Al principio de los tiempos, allá por los años 60, apareció un negro que tocaba la guitarra. Se llamaba Llimi Jendris, y a los dioses vikingos de Valhalla esto les dio mucho gozo. Meneaban las greñas al son de los solos y se trincaban a las mancebas al son de “Focsi Leidi”. Después vinieron los Let Zepelin, que añadieron las voces agudas y los Di Parpel, maestros de las guitarras donde los haya. Mas tarde Quiss, Airon Maiden, EiSiDiSi, los Lludas…eran buenos tiempos para el jebi. En España surgieron algunos de los grandes mitos del rock con huevos de todos los tiempos: Tigres de oro, Banzai, Tigres del Metal, Bruque (no,no,no, el jebi no es violenciaaa), Obús, los Barones, Panzer, Leño, Zarpa, Bloque, Asfalto, Mermelada, Viga, Sangre Azul, Niágara, ufffff…eran buenos tiempos ciertamente. Thor y Odín bajaron de las alturas y eligieron al sacerdote Mariscal Romero como Papa de la religión jebilonga en España. Le dieron las sagradas escrituras y los mandamientos jebis para que las fuera publicando mes tras mes en formato de revista llamada Jebi Rock. Todo iba viento en popa, los Suaves triunfaban, Medina Azahara reventaban es tadios, Rosendo arrasaba…nada parecía indicar que todo ello tendría un fin… Pero llegaron los momentos malos: unos tales Bon Llobi, unas nenazas inefables, aparecieron tocando sus putos tecladitos, haciendo poses de mariconas, con sus pelos de peluqueria…insultaron al jebi auténtico!!! A ellos les siguieron una legión de homosexuales vestidos de putones verbeneros cantando canciones para madres y pachangas veraniegas. Lo peor fue cuando unos bastardos llamados Lliurop se atrevieron a robarle a nuestro Charly Glamour un tema que este tenia llamado “Te peto el cacas”, lo renombraron “The final gandaul” o algo así y le pusieron una letra en ingles que hablaba sobre las ventajas de ser homosexual. Esta fue la gota que colmó el vaso de calimocho!! Las madres empezaron a cantar la jodia canción, sonaba todo el día en el arradio, los crios empezaban a dejarse melenilla de calorro, y el jebi auténtico quedó manchado para siempre!!! Los dioses se molestaron mucho y pensaron, primero, en destruir el mundo. Pero tras pensarlo mejor decidieron enviar cuatro mensajeros divinos para devolver al jebi de verdad, del de toda la vida, el trono que realmente le correspondía. Y he aquí que reunió a cuatro ídolos de masas, famosos en su barrio, para rehabilitarlos de las drogas duras y encomendarles la difícil misión de devolver el jebi al mundo. Cada uno de estos héroes tiene su propia historia. Conozcámosla:   Charly Glamour Su padre era un borracho y su madre se labró un futuro haciendo pajas a cuarenta pavos en la avenida del puerto. Nuestro héroe pasó varios años en un reformatorio por violar viejas y pasar droga a la puerta de los colegios.   Tuvo una infancia ciertamente difícil. Se dice que padece esquizofrenia, lo cual explicaría las habituales posesiones demoníacas que sufre. La otra razón que lo explicaría es que es la reencarnación de Satán, que también puede ser. Folla cuando quiere. Es adicto a la fama y a la farla, y su careto inunda las carpetas en los institutos de todo el mundo.   Frank el Tachas El guitar-jirou del momento. Enseño a Ingüi Malstin y a muchos otros. Sus solos ponen la piel de pollo. Lleva tocando el hacha desde los 2 años. Exdrogadicto, excarcelario, exguardiacivil…un tío duro de verdad.   Bestia indomable Se fugó de casa a los 4 años para ser una estrella del rock, cosa que sin duda ha logrado. Tuvo una infancia difícil en el Bronx, donde nació. Ha tocado con los mejores: Manogüar, Jelogüin, Güasp…   Mike Ferralla Nació en la calle, concretamente en el madrileño barrio de Carabanchel y su primera gran influencia fue Rosendo. Le echaron pronto de casa por pegar a sus padres y orinarse encima, así que cogió su hacha y se pateó las calles en busca del ésito. Ha tocado en todas las estaciones de metro de Madrid, lo cual es toda una garantía.